Además estos pasos alargarán más el retorno de Zelaya quién cuando tomo el poder tendrá poco tiempo y las manos bien atadas para gobernar. Pues el acuerdo de la mesa de negociación también contempla los puntos consensuados en las últimas semanas, es decir, la conformación de un gobierno de reconciliación (formado por los cinco partidos representados en el Congreso), el reconocimiento de las elecciones del 29-N, el rechazo a la amnistía política (que había causado malestar entre los militares), la transferencia de las Fuerzas Armadas al Tribunal Supremo Electoral, la creación de una comisión de verificación (que perseguiría el cumplimiento de los acuerdos y que estaría conformada por nacionales y extranjeros), la creación de una comisión de la verdad que investigue los sucesos de antes, durante y después del 28 de junio y la solicitud a la comunidad internacional de la derogación de las sanciones.Además de dificultar a Zelaya, también complica la posición del Frente Nacional de Resistencia, que no pretendían boicotear las elecciones y, así mismo a la candidatura independiente que conforman las organizaciones sociales, pues aunque decidan ahora reconocer el proceso electoral, no tendrán prácticamente tiempo para hacer campaña. Sin embargo, la Resistencia ha vuelto a salir a la calle hoy por 125 día consecutivo a pedir al Congreso que acepte la restitución.
La concentración de hoy se está desarrollando sin incidentes, después que ayer la policía y el ejército volvieran a reprimir con saña, como si de una despedida se tratase. Pues ayer la Resistencia volvió a marchar masivamente por las calles después de 9 días sin poder hacerlo, y esta vez tenían el permiso del Tribunal Superior Electoral que exige el gobierno de facto. Más de 10mil personas salieron de la Universidad Pedagógica y al llegar al Tribunal Electoral fueron desalojados con bombas de gas lacrimógeno y toletazos. Decenas personas resultaron heridas, y algunas tuvieron que ser hospitalizadas.
Una parte de los manifestantes se reagruparon unas cuadras más arriba, a 300 metros de la Casa Presidencial, donde el ejército y la policía volvió a ensañarse. Varias personas más fueron heridas entre ellas, una periodista española, que recibió el impacto de una bomba de gas en la espalda.
Hay 6 detenidos, que permanecen en la posta de Comayagüela a la espera de la vista preliminar.