
Inseguridad, miedo, violencia son palabras comunes en nuestro oídos y bocas. La solución propuesta por los gobiernos y esperada por la mayoría de los ciudadanos es la represión y el encierro. ¿A costa de qué? Y ¿con qué consecuencias? No importa. La idea de mantener entre cuatro paredes a aquellos que creemos o
nos hacen creer que son los peligrosos nos alivia al menos momentáneamente ese terror al “
otro”.
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