Desde la primera gobernación de José Manuel De La Sota en 1999, una sucesión de desalojos de villas desde el centro de la Ciudad de Córdoba hacia las periferias más allá de la Circunvalación, viene siendo el epicentro de las políticas habitacionales urbanas.
Durante sus dos primeros mandatos, De la Sota pone en ejecución el Programa ‘Mi Casa/Mi Vida’ con lo que se construyeron 36 de barrios-ciudades con 7157 viviendas, financiados con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estos barrios-ciudades fueron destinados al traslado compulsivo de todas las villas ubicadas principalmente en el área céntrica de la ciudad. Entre otras villas, Pocitos, Los 40 Guasos, La Tela, Mandrake, Costa Canal fueron desalojadas desarraigando a las familias y personas que allí vivían bajo el falso argumento de la vivienda digna o de la inundabilidad de los terrenos.