“Las paredes son las imprentas de los pueblos”, decía Rodolfo Walsh , y cuanta razón tenia. En estos tiempos cada día más digitales pensar en pintar o escribir paredes suena anacrónico, pero a la hora de pensar y hacer el mural la acción colectiva y su expresión final saca de escena a lo digital y nos hace regresar a una de las mejores tradiciones. En Malvinas Argentinas para decir “No a Monsanto”, o en Córdoba para recordar al maestro Fuentealba, el mural regresa a lo grande.