El sábado otra vez una plaza del puerto se lleno de colores, de palabras que nunca se dicen sobre las cosas que todos conocen. A micrófono abierto, fileteros, pescadores, vecinos y vecinas, habitantes de aquí y de allá hablaron sobre la grave situación del puerto: la depredación del mar por parte de empresas millonarias que monopolizan la pesca mediante la construcción de cooperativas falsas.