EEUU: Escuela de terrorismo
Por ciclopeo -
Sunday, Jan. 20, 2008 at 4:22 PM
ciclopeo_76@yahoo.com.ar
La lista de militares argentinos que recibieron e impartieron instruccion en la Escuela de las América esta en esta dirección en Indymedia
http://argentina.indymedia.org/news/2008/01/577162.php
EEUU: Escuela de
terroristas
por Pablo Ruiz y Arnaldo Pérez Guerra
Presos Políticos-Chile / La
Insignia, noviembre del 2003.
Este fin de semana, unos 10.000 activistas de derechos humanos viajaron desde
diversas ciudades de Estados Unidos para congregarse en Columbus
(Georgia), en las afueras del Fuerte Benning para
demandar -como cada año lo hacen desde 1989- el cierre definitivo de la Escuela de las Américas, actualmente denominada "Instituto de
Cooperación para la Seguridad Hemisférica".
Cada año, en noviembre, miles de activistas estadounidenses se congregan en las
afueras del Fuerte Benning en recuerdo y protesta por
la muerte de cuatro sacerdotes jesuitas, su empleada y la hija de ésta,
asesinados en El Salvador, el 16 de noviembre de 1989, por "alumnos"
de esta "Escuela de Asesinos", y por todos los desaparecidos,
torturados y ejecutados a manos de los "graduados". Los miles de
activistas de derechos humanos son convocados por los Observadores de la Escuela de las Américas que dirige el padre Maryknoll
Roy Bourgeois.
Miles de ellos, en un acto de desobediencia civil, ingresan a las dependencias
de la misma Escuela portando cruces y lienzos. "Las autoridades dicen que
estamos violando la ley cuando lo hacemos, pero nosotros decimos, por supuesto,
que hay una ley más alta que dice 'no matar', una ley que dice que nosotros
debemos estar en solidaridad con nuestras hermanas y hermanos en América
Latina. Por esta acción 50 de nosotros hemos servido colectivamente más de 30
años de prisión federal cuando los asesinos consiguen impunidad y nadie los
puede tocar en Chile o en El Salvador", expresó Roy
Bourgeois a Kamarikun en
una entrevista publicada por el periódico electrónico La Insignia.
"Mientras latinoamericanos sigan siendo asesinados como
resultado directo del entrenamiento recibido en la SOA, nosotros seguiremos
tomando acciones contra la
Escuela", dijo Rebecca Johnson de 24 años, quien acababa de cumplir una sentencia
de seis meses en una Prisión Federal por encadenarse a las rejas de la SOA, el año pasado. Hasta su
muerte, en circunstancias no aclaradas, en Minesota,
en octubre de 2001, el chileno Eduardo Villaseca,
corresponsal de Radio Nuevo Mundo, participó y divulgó profusamente la
existencia y vigencia de esta Academia Militar. Unas 96 personas que pedían el
cierre de la Escuela
fueron detenidas por la policía de Columbus, al
entrar ilegalmente a la base de Fort Benning. Matthew Smucker, uno de los organizadores, señaló que es la mayor
manifestación realizada hasta la fecha.
La Escuela de las Américas se fundó en 1946 en
Panamá. En 1984 como resultado de los Tratados Torrijos-Carter
para la devolución del Canal de Panamá, se instaló en Fort
Benning (Georgia), Estados Unidos. Cada año, miles de
oficiales de las Fuerzas Armadas latinoamericanas siguen recibiendo
entrenamiento militar a manos de entrenadores militares norteamericanos.
La Escuela de las Américas ha sido el centro de
"entrenamiento" más nefasto que ha existido, por la estela de abusos
y violaciones a los derechos humanos que han dejado sus "graduados"
en sus propios países. En 1996, la opinión pública norteamericana conoció parte
de los Manuales de Entrenamiento Militar que eran utilizados, los que
aconsejaban "...aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa
por enemigos muertos".
En Chile, asesinos de la calaña de Álvaro Corbalán
Castilla, Miguel Krassnoff Martchenko,
Carlos Herrera Jiménez, Manuel Contreras Sepúlveda y Armando Fernández Larios,
son ejemplos del tipo de alumnos que fueron preparados en la "cuna de la
democracia" estadounidense. Varios de sus "graduados" han sido
"funados" (desenmascarados, puestos en
evidencia ante la opinión pública) en los últimos años. El secretario
estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld,
relanzó la "cooperación interamericana en seguridad" durante una
conferencia de ministros de Defensa de las Américas
realizada en Santiago de Chile el año pasado.
Entre 1996 y el año 2000, Chile figuró junto a Colombia y México como los
países que más soldados enviaban a esta Academia Militar. Se calcula que cada
año más de 100 oficiales chilenos siguen recibiendo entrenamiento
"contrainsurgente" en suelo estadounidense.
En el quincenario The Clinic, la periodista Pamela Jiles reveló un antecedente poco conocido en la entrevista
que hizo al general Carlos Molina Johnson, hombre de
confianza del general Pinochet y del actual
Comandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre.
"Es el único chileno que ha ocupado el cargo de subdirector de la Escuela de las Américas, esa misma que tuvo la siniestra fama de hacer
entrenamiento antinsurgente a fuerzas especiales de
toda Latinoamérica en la época del gorilismo, la que
funcionaba en Fort Guliack,
en Panamá, y desde allí expandía la ideología de aniquilamiento del enemigo
interno, las técnicas de interrogatorio de prisioneros y el uso de armamento antisubversivo. Su estada en la desprestigiada Escuela, sin
embargo, ocurrió en los 90, cuando el organismo estaba instalado en Georgia,
Estados Unidos, y era sólo instancia de nexo entre ejércitos subdesarrollados y
el de la superpotencia anfitriona, cuyo objetivo era entrenar fuerzas
tercermundistas para el combate del narcotráfico y la seguridad
hemisférica".
En febrero de 2002, el mismo The Clinic publicó otro
artículo titulado "Escuela de las Américas:
Postgrado en Violencia", señalando que "entre la antigua y polémica
Escuela de las Américas y el Western
Hemisphere Institute for Security Cooperation
(WHISC), inaugurado el 17 de febrero del 2001, no hay más que nuevas
papelerías, timbres y letreros. El mismo edificio emplazado en los mismos
terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando lecciones de similar
crueldad y cuestionable legalidad".
Amnistía Internacional en su libro publicado el 2001, "Un comercio
Execrable: el comercio de la
Tortura", señaló que "los torturadores no nacen:
alguien los educa, los entrena y los apoya", señalando a la Escuela de las Américas como uno de los "centros de
instrucción".
La historia de muerte que rodea a los graduados de la Escuela de las Américas es larguísima: Cientos
de miles de desaparecidos y ejecutados políticos, centenas de miles de
torturados, exiliados, y presos políticos dejaron en las dictaduras pasadas.
Muchos tienden a pensar que esa historia acabó desde que la Escuela de las Américas cerró sus actividades en Panamá. Otros se han
dejado engañar ante el nuevo nombre que hoy tiene. Sin embargo, la
"industria de asesinos" sigue funcionando.
En los años 90, la presencia de los "graduados" de la Escuela de las Américas siguió dejando rastros. Así lo evidenció el
conflicto de Chiapas, donde los militares "actuaron". En Colombia,
los graduados de la Escuela
son los más activos en la violación de los derechos humanos, conformando
escuadrones de la muerte y organizaciones paramilitares para encubrir la represión
al pueblo y la lucha contra la insurgencia. Asimismo, Vladimir
Montesinos, destacado alumno de la
Escuela de las Américas, dejó en
Perú también la marca de la "formación" que recibió en los Estados
Unidos.
En 1998, el 26 de abril, agentes que se movían en la oscuridad, atraparon a
monseñor Juan Gerardi a la entrada de su residencia,
ejecutándolo. Con piedras le hundieron el cráneo. Gerardi
era obispo auxiliar de la ciudad de Guatemala. Sus asesinos eran militares
entrenados en los Estados Unidos.
En abril de 2002, los "egresados" de la Escuela de las Américas lideraron el fallido golpe de Estado en la República Bolivariana
de Venezuela (**), después de haber mantenido "conversaciones" con
Otto Reich, el controversial "Secretario de
Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental", designado por George W. Bush. Otto Reich, también posee un puesto en la Junta Directiva de
la actual Escuela de las Américas, el "Instituto
del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad".
Notas
(*) Pablo Ruiz y Arnaldo Pérez Guerra son ex presos políticos y redactores de
Presos Políticos-Chile (www.libertad.ya.st; correo
electrónico: solidaridadchile@yahoo.com)
(**) Dos de los generales venezolanos que apoyaron al empresario golpista Pedro
Carmona fueron formados en la
Escuela de las Américas. Efraín
Vásquez asistió a la Escuela
desde el 23 de enero al 2 de diciembre de 1988, y Héctor Ramírez, desde el 8 de
mayo al 11 de agosto de 1972. Dicha escuela ha dado instrucción a más de 60.000
oficiales y soldados de América Latina y el Caribe desde 1946. Entre sus
"graduados" figuran -al menos- 11 militares que luego fueron
dictadores, entre ellos el ecuatoriano Guillermo Rodríguez, el peruano Juan
Velasco Alvarado, los argentinos Roberto Viola y Leopoldo Galtieri,
los bolivianos Hugo Bánzer y Guido Vildoso, el hondureño Juan Melgar Castro y el guatemalteco
Efraín Ríos Montt.
Los
antecedentes de las torturas de EU
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Sunday, May 16th
2004
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Alberto Almendaríz
Recuerdan
libros de historia que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han fomentado
las torturas en distintas épocas
Estados Unidos (16 mayo 2004) - No representan a los Estados Unidos
que conozco", dijo el Presidente estadounidense, George
W. Bush, la semana pasada, después de que salieran
a la luz las fotografías que muestran a soldados estadounidenses torturando a
prisioneros iraquíes.
Sin embargo, los maltratos ocurridos en la cárcel de Abu
Ghraib se encuadran dentro de un contexto histórico
mucho mayor de abusos de prisioneros por parte de las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos que las autoridades han reconocido e incluso tácitamente
fomentado en distintas épocas.
"Las violaciones de los derechos de los prisioneros son mucho más
generalizadas de lo que nos quieren hacer creer ahora", apuntó a REFORMA
el analista Andrew Reding,
director del Proyecto de Democracia Global y Derechos Humanos del World Policy Institute, un centro de
investigaciones de Nueva York.
"Las torturas en Iraq nos horrorizan ahora
porque gracias al desarrollo tecnológico tenemos cámaras que tomaron
fotografías y registraron esos abusos. Pero desde sus inicios, las Fuerzas
Armadas estadounidenses siempre han cometido abusos que no fueron sometidos a
tanto escrutinio como hoy".
Efectivamente, los libros de historia recuerdan que el Ejército
estadounidense, por orden del Presidente Andrew Jackson, encerró a los indios cherokee
en campos de detención para eventualmente desplazarlos a otras zonas.
Aunque no eran centros de exterminio como los nazis, muchos indios fueron
violados y asesinados por soldados estadounidenses, mientras que eran
pobremente alimentados y sometidos a penosas condiciones sanitarias.
Luego, durante las Primera y Segunda Guerra Mundial, el Gobierno detuvo a
cientos de miles de inmigrantes alemanes y japoneses en "campos de
internación" ante el temor de actividades antiestadounidenses.
Sus derechos fueron violados y muchos terminaron pagando con su vida su
ascendencia.
En los años 40, en el campo de Manzanar, en California, por ejemplo, había 10
mil 046 reclusos, de los cuales 135 murieron en situaciones poco claras.
"Los interrogatorios de sospechosos o enemigos siempre han sido
situaciones propensas a la violencia, y no hay dudas de que las fuerzas
armadas, hoy como en el pasado, entrenan a sus grupos de élite
para obtener información a través del abuso físico y/o psicológico",
señaló Reding, "sucede tanto en el Ejército de
Estados Unidos como en el de México, el de Israel o el de Rusia".
Y según el experto en asuntos de derechos humanos, este tipo de prácticas son
peores en las guerras de insurgencia, donde se busca ganar información, que
en las tradicionales, donde se quiere obtener territorios.
Un ejemplo típico fue en Vietnam, donde incluso antes de que llegaran las tropas
de Estados Unidos la CIA
ya estaba involucrada en casos de torturas y asesinatos.
Las técnicas se perfeccionaron a tal punto que en 1967 se estableció el
"Programa Phoenix" para "neutralizar" a la
infraestructura que apoyaba a la insurgencia de Vietnam del Sur.
En los "centros de interrogatorios" se secuestraba, torturaba y
asesinaba a prisioneros civiles acusados de colaboración con el enemigo,
según escribió William Blum en su libro
"Matando la esperanza: las Fuerzas Armadas estadounidenses y la intervención
de la CIA".
De hecho, hasta el hoy candidato a Presidente John Kerry
denunció estas prácticas entonces, cuando pasó de ser un condecorado soldado
a un activista por la paz.
En una comparecencia ante el Senado en 1971 dijo que sus compañeros "contaban
que personalmente habían violado mujeres; que habían cortado orejas y
cabezas; que habían colocado cables de teléfonos portátiles en genitales
humanos y luego los encendieron; que arrasaron con pueblos de la manera que
lo hacía Genghis Khan; matando al ganado y a los
perros por diversión y envenenando los depósitos de alimentos".
Las técnicas estaban tan perfeccionadas dentro de la CIA y el Pentágono que sus
especialistas han instruido a oficiales de otros países.
En 1953, después de colaborar en el golpe contra Mohammed
Mossadegh, agentes de inteligencia estadounidenses
entrenaron a la
Policía secreta iraní, la Savak, en la tortura
de elementos subversivos.
Al año siguiente, tras jugar un rol clave en el golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala, la CIA entrenó al Ejército guatemalteco en
técnicas de tortura física y psicológica.
La Escuela de las Américas
Este tipo de "lecciones" quedaron registradas además en los
manuales de la infame Escuela de las Américas --con
sede primero en Panamá y luego en Fort Benning, Georgia-- por la cual desde 1946 hasta el 2000
pasaron más de 60 mil militares latinoamericanos, entre ellos los dictadores
argentinos Leopoldo Galtieri y Roberto Viola, el
boliviano Hugo Banzer y el panameño Manuel Noriega,
además del hombre fuerte de Perú, Vladimiro Montesinos, y varios oficiales
mexicanos acusados de violaciones a los derechos humanos.
En los siete libros en español descubiertos en 1996, se enseñaba que "el
uso del miedo, el pago de botines por enemigos muertos, las golpizas, el
falso encarcelamiento, las ejecuciones y el uso de suero de la verdad"
servían para que los prisioneros involucrados con la insurgencia dieran
información.
Los manuales estaban basados en parte en instrucciones de entrenamiento
utilizadas en la década de los 60 por el Programa de Inteligencia Extranjera
del Ejército estadounidense, recordó Eric LeCompte,
coordinador del centro School of
the Americas Watch, que
busca cerrar la escuela.
"Lo que sucede hoy en Iraq no es nada nuevo.
Es consistente con la política del Pentágono que se dice ser prodemocrático
pero en realidad promueve la tortura y la violación de los derechos humanos
para intimidar a civiles", dijo a REFORMA.
En marzo de este año, el grupo Human Rights Watch presentó un informe en el que denunciaba abusos a
prisioneros en los centros de detención estadounidenses en Afganistán de Bagram, Kandahar, Jalalabad y Asadabad.
Según el documento, allí los reclusos "eran golpeados, mojados con agua
fría y sometidos luego a gélidas temperaturas; muchos eran forzados a
permanecer despiertos durante todo el día, o a quedarse parados o
arrodillados en posiciones dolorosas por largos periodos de tiempo".
Técnicas similares se cree son practicadas en la base naval de Guantánamo,
donde Estados Unidos mantiene aislados desde hace dos años a más de 800
detenidos sospechados de estar vinculadas con los talibanes
y la red terrorista Al-Qaeda, de Osama Bin Laden.
"El Pentágono las llama 'técnicas de stress y dureza', pero es un
eufemismo para un maltrato que puede fácilmente llevar a la tortura",
indicó a REFORMA el analista militar senior de
Human Rights Watch Marc Garlasco, quien hasta el
2002 y por siete años fue agente de inteligencia del Departamento de Defensa.
"Son técnicas crueles, inhumanas y degradantes que como tales están
prohibidas por el Derecho Internacional, específicamente por la Convención de
Ginebra", aclaró, "el Pentágono las considera aceptables, pero son
una muestra de la realidad del mal que están perpetuando".
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Torturas
en Irak parecidas a Centroamérica en años 80
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Sunday, May 16th
2004
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Betty Brannan
Jaen
from La
Prensa, Honduras
WASHINGTON, D.C.– Tras el descubrimiento de que militares estadounidenses
sometieron a presos iraquíes a torturas, abusos y humillación sexual, algunos
medios y activistas de derechos humanos sostienen que estas prácticas son una
continuación de las tácticas que, bajo tutela estadounidense, se utilizaron
en Centroamérica durante la Guerra Fría para reprimir a guerrilleros y a
disidentes políticos.
“Vemos un patrón consistente”, afirmó el sacerdote estadounidense Roy Bourgeois, fundador de la
agrupación School of the Americas Watch (SOA), dedicada
a lograr el cierre de la notoria Escuela de las Americas.
Esa escuela, que por muchos años estuvo en Panamá (en la antigua Zona del
Canal), es una institución que brinda adiestramiento a militares
latinoamericanos. SOA Watch la tilda de “escuela de
asesinos”, por más que la institución se cambió el nombre en 2001 y dice
haber incorporado nuevos cursos de respeto a los derechos humanos.
No obstante, un comunicado de SOA Watch sostiene
que “informes recientes de la tortura de detenidos iraquíes en la cárcel
militar de Abu Ghraib,
cerca de Bagdad, son parte un patrón más amplio de abuso y tortura a manos de
soldados norteamericanos, soldados entrenados por los norteamericanos,
contratistas independientes y agentes de inteligencia en todo el mundo”.
Además, medios en Estados Unidos e Inglaterra señalan que las prácticas
utilizadas en Irak parecen tomadas o inspiradas por los manuales que la CIA (Agencia Central de
Inteligencia) usó en Centroamérica en la década de los 80.
Un manual de 1983, informaron el Baltimore Sun y The Guardian,
fue preparado especialmente para su uso en Honduras. Su tesis principal era
que la tortura sicológica —el manual lo llama “estrés mental”— es más eficaz
que la tortura física. Esa premisa, según los críticos, encubre prácticas
como humillar sexualmente a los presos, fotografiar esa humillación,
aterrorizarlos, y amenazarlos con ser electrocutados. Según el Baltimore Sun,
el manual también enseñaba las tácticas específicas de desnudar a detenidos,
encapucharlos, mantenerlos incomunicados, privarlos de sueño y
desorientarlos.
Lo reportado por los medios estadounidenses y británicos ha tenido resonancia
en Honduras. La agencia noticiosa ANSA informó el jueves que Juan Almendares, director del Centro Hondureño para la Prevención de
Tortura, ha denunciado que “Honduras fue utilizado como un centro para
adiestramiento sobre cómo torturar.”
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La Galería de la
Fama del SOA
Inscripción
en el SOA
Constantemente, las naciones latinoamericanas con los más altos índices de
violaciones de derechos humanos han enviado el mayor número de soldados a la Escuela de las Américas. Bolivia bajo el General Bánzer;
Nicaragua bajo los Somozas; El Salvador durante los
años más sangrientos de la guerra civil – todos fueron los principales clientes
del SOA durante el apogeo de su represión militar. Y poco tiempo después del
comienzo de la resistencia indígena en Chiapas en 1994, México se convirtió en
el principal cliente del SOA.
La Galería de
la Fama del SOA
La falta de interés por los derechos humanos es claramente ilustrada por
aquellos a quienes la Escuela
elige honorificar en su Galeria
de la Fama con fotos
de los graduados más destacados o por aquellos a quienes invita a presentar
charlas e impartir cursos especializados:
El General Hérnan José Guzmán Rodríguez
– Honorificado en la Galería de la Fama en 1993. Rodríguez
protegió y asistió al escuadrón de la muerte del grupo paramilitar colombiano
"MAS", el cual fue responsable de la muerte de por lo menos 149
personas. El dirigió a los soldados que detuvieron, torturaron, violaron, y
ejecutaron a Yolanda Acevado Carvajal.
El General Héctor Gramajo – Orador invitado en
1991. Arquitecto de políticas de genocidio desde 1980 hasta 1991, las cuales
resultaron en el asesinato, violación, tortura, y desplazamiento forzoso de
cientos de miles de indígenas en Guatemala. Gramajo
fue declarado culpable de numerosos crímenes de guerra en una corte
norteamericana seis semanas antes de su presentación en una ceremonia de grado
en el SOA.
El Coronel Pablo Belmar - Instructor invitado
en 1987. Directamente implicado en la tortura y asesinato, en 1976, del oficial
de las Naciones Unidas, Carmelo Soria, cuyo cuello fue fracturado tras ser
arrestado y torturado por personal chileno del DINA.
En 1998, el SOA desarrolló una lista adicional de "graduados
destacados". Sin embargo, varios de estos estudiantes
"excepcionales" han sido implicados en la violación de derechos
humanos incluyendo torturas, masacres, y "desapariciones". Un ejemplo
es el general colombiano, Manuel Sammiguel
Buenaventura, implicado en la masacre de 1988 de 20 trabajadores bananeros.
SOA:
Información por pais
Estas hojas sobre los países de la
Escuela de las Américas (SOA, por
sus siglas en inglés) son meditaciones breves sobre la violencia que la Escuela de las Américas apoyó y que sus graduados perpetraron.
Originalmente eran parte del paquete organizador para “Clausurarla
Rápidamente,” un ayuno internacional en el que participaron más de 1000
personas, grupos y organizaciones. Actualmente Nicaragua está ausente de esta
serie. Nicaragua interrumpió sus entrenamientos en la Escuela de las Américas en 1978, cuando los sandinistas
llegaron al poder. No fue sino hasta el año 2001, cuando la Escuela de las Américas cambió su nombre a Instituto del Hemisferio
Occidental para la
Cooperación en la Seguridad, que Nicaragua reanudó su entrenamiento
en la Escuela
de las Américas. Miles de soldados de la Guardia Nacional
de Somoza se entrenaron en Panamá. Muchos de esta
fuerza de seguridad represiva formaron la columna vertebral de los Contras y emprendieron una guerra en contra de su propia
gente.
Argentina - Bolivia - Brasil - Chile - Colombia - El Salvador - Guatemala - Haiti - Honduras - México - Paraguay & Uruguay - Perú -
Argentina
¿Cuál fue el propósito detrás de la tortura y de la desaparición? ¿De dónde
vienen los perpertradores de la tortura y del
genocidio? ¿De dónde proviene todo? Proviene del llamado líder mundial de la democracia,
los Estados Unidos. “Los Estados Unidos entrenaron a un personal de más de
80.000 individuos en la
Escuela de las Américas y [otras]
academias militares.” -- Adolfo Pérez Esquivel,
ganador del Premio Nobel de la Paz, quien estuvo en prisión y
fue torturado por 14 meses en Argentina.
De 1976 a
1983 Argentina vivió un período conocido como la Guerra Sucia, una
época caracterizada por golpes militares, tortura y desapariciones. Dos de los
más destacados dictadores—Roberto Viola (Marzo-Diciembre 1981) y Leopoldo Galtieri (Diciembre 1981-Junio 1982) fueron graduados de la Escuela de las Américas.
Un tribunal civil sentenció a Viola a 17 años por sus crímenes de 1985, pero
fue puesto en libertad luego de cumplir sólo 4 años como resultado de la presión
militar. En su juicio Galtieri fue absuelto de sus
cargos de cometer crímenes en contra de los Argentinos,
pero luego fue condenado en 1986 por incompetencia. Fue dejado en libertad
luego de cumplir sólo una pequeña porción de su condena, de nuevo como
resultado de la presión militar.
Según Nunca Más, “una joven testificó que luego de haber sido detenida durante
meses con los ojos vendados y sometida a la tortura, a ella y a otras en su
grupo se les permitió lavarse, en preparación para la visita del General Galtieri al centro de detención… Galtieri
le preguntó si sabía quién era él y si ella entendía que él tenía poder
absoluto sobre ella. ‘Si yo digo que vivas, vives, y si digo que mueras,
mueres. Da la casualidad que tienes el mismo nombre cristiano que mi hija, por
lo tanto vives’.”
Después de la guerra, la Comisión Nacional sobre la Desaparición
de Personas comenzó a reunir testimonios sobre las atrocidades que habían
ocurrido. Desafortunadamente, el texto completo de los testimonios ha sido archivado
por el gobierno argentino y no está disponible al público. Sin embargo, una
lista extraída de los testimonios menciona a 7 graduados de la Escuela de las Américas, incluyendo al jefe de un centro de detención
clandestino.
Al arriba
Bolivia
“En Bolivia y a lo largo de Latinoamérica muchos en las Fuerzas Armadas están
involucrados en el tráfico de drogas--¿de qué otro modo podrían darse el lujo
de vivir en mansiones con sirvientes, de manejar coches caros y de salir de
vacaciones a Estados Unidos o a Europa?”—Luis
Espinal, sacerdote católico de la orden jesuítica y profesor de la Universidad de la Paz. En 1979, cuando
investigaba la participación de la dictadura militar de Bolivia en el tráfico
de drogas, fue secuestrado y torturado, y su cuerpo fue arrojado al costado de
un camino cerca de La
Paz. Doscientas mil personas asistieron a su funeral.
El 17 de julio de 1980, el General García Meza Tejada llevó a cabo el más notorio
y sangriento golpe de estado en Bolivia al asaltar directamente el Palacio
Nacional y forzar al presidente a renunciar. Su mano derecha era un graduado de
la SOA, Luis Arce Gómez, quien estuvo a cargo de reunir una fuerza
paramilitar para derrocar al gobierno. Arce Gómez luego se convirtió en el
Ministro del Interior, y otro graduado de la SOA, Alberto Sáenz Klinsky
fue también miembro del gabinete. Otros siete graduados de la SOA estaban implicados en el
golpe, seis de los cuales fueron condenados por crímenes que comprendían desde
la emisión de decretos inconstitucionales hasta la insurrección armada y el
homicidio. Arce Gómez fue condenado en 1989 en Miami a 30 años en prisión por
tráfico de drogas.
Otro fuerte partidario del golpe de García Meza fue el graduado de la SOA General Hugo Banzer, quien había sido dictador desde 1971 hasta 1978.
Fue conocido por el “Plan Banzer” para silenciar a
los miembros de la Iglesia
que hablaban abiertamente. El “Plan Banzer” se
convirtió en un programa de acción para la represión a lo largo de
Latinoamérica. Banzer también fue conocido por
proteger al criminal de guerra Nazi Klaus Barbie, “El Carnicero de Lyon,” y
por sus conexiones con grupos de narcotráfico. En 1988 Banzer
fue escogido para el “Hall de la
Fama” de la
Escuela de las Américas.
A muchos otros graduados bolivianos de la SOA se les ha atribuido conexiones con el tráfico
de drogas e inclusive con el de armas. En una serie de casos de finales de los
80 y principios de los 90, seis graduados de la SOA fueron juzgados por sus vínculos con los
círculos de la droga dentro de las fuerzas armadas. En un caso aparte, un
graduado de la SOA
de alto rango fue destituido como jefe de las Fuerzas Especiales de Seguridad
del Ministerio del Interior luego de haber sido acusado de encubrir el
narcotráfico.
Al arriba
Brasil
“La marca de la SOA
está grabada en las mentes y en los cuerpos y en las historias de las familias
de los torturados, asesinados y desaparecidos.” -– De una carta del grupo
brasileño de derechos humanos Tortura Nunca Más, que hace un llamado a cerrar la SOA y está firmada por 142
grupos brasileños de derechos humanos, organizaciones de mujeres, asociaciones
de abogados, grupos religiosos, sindicatos y partidos políticos.
En 1997, el grupo brasileño de derechos humanos Tortura Nunca Más, revisó su
documentación sobre abusos de derechos humanos, incluyendo documentos del
proyecto Brasil Nunca Más, así como también expedientes de la corte
pertinentes. Concluyeron que 20 graduados de la SOA y 2 instructores de la SOA estaban conectados con la
represión y los abusos de derechos humanos, incluyendo encarcelamientos falsos
y torturas por métodos tales como la picana eléctrica, la asfixia y la
inyección del “suero de la verdad.”
Brasil tiene una de las campañas anti SOA más activas
de Latinoamérica. Los miembros de Tortura Nunca Más, como también otros grupos
religiosos y políticos, han organizado una serie de protestas y de eventos con
los medios de comunicación para pedirle al gobierno brasileño que deje de
enviar estudiantes a la SOA.
Al arriba
Chile
“Bajo un cielo arenoso y gris, en el corazón del distrito comercial del centro,
sólo a unas cuadras del sitio del sangriento golpe militar de 1973 de Pinochet, caminé al lado de una manifestación organizada
por las Familias de los Detenidos-Desaparecidos. Los manifestantes, en su
mayoría mujeres, llevaban fotos de sus seres queridos con carteles que decían,
‘¿Dónde están?’ Mientras marchaban, gritaban su apoyo al juez español que
intenta hacer que Pinochet sea juzgado. También
pedían terminar con la impunidad.” -– Padre Stephen
De Mott, Misionero de Maryknoll.
El golpe de estado de 1973 y sus consecuencias sangrientas fueron en gran
medida la responsabilidad de graduados de la SOA. Los abogados
españoles que presentaron los cargos que resultaron en el arresto de Pinochet de 1998, también solicitaron el procesamiento de
otros 30 funcionarios de alto rango de la dictadura de Pinochet.
Diez de ellos son graduados de la SOA. Aunque Pinochet no
fue un graduado de la SOA,
se le tiene en alta estima en la
SOA. En 1991, los visitantes podían ver una nota de Pinochet y una espada de ceremonias donada por él, expuesta
en la oficina del comandante de la SOA.
Entre los graduados de la SOA citados en el caso del tribunal español, se
encuentran los ex jefes de la policía secreta de la CNI y de la DINA, los oficiales que
torturaron y asesinaron a un funcionario de la ONU, y aquellos que participaron en el asalto a
la residencia del presidente Salvador Allende. Uno de los responsables de la
muerte del funcionario de la ONU
era un instructor de la SOA
en 1987. Otros graduados de la SOA
han sido citados por operar los campos de concentración para prisioneros
políticos Villa Grimaldi, Tres Alamos y Cuatro Alamos.
Otro graduado de la SOA,
Armando Fernández Larios, participó en el notorio asesinato del ex Ministro de
Defensa chileno Pratts, quien fue asesinado en un
coche bomba en Argentina. También fue procesado en 1979 por un gran jurado de
los Estados Unidos, por estar involucrado en la explosión del coche bomba que
mató al ex Ministro de Relaciones Exteriores Orlando Letelier
y al ciudadano americano Ronni Moffit
en Washington D.C. en 1976.
Al arriba
Colombia
“Vi este grupo de soldados, disparando sus rifles,
acercándose por adelante y mientras pasaban delante de mí, empezaron a
golpearme con las culatas de sus armas y las puntas de sus botas. Sostuve con
fuerza mi cámara, todavía corriendo, hasta que el golpe de una culata de rifle
rompió el equipo de la cámara... Recuerdo que un soldado con una máscara de gas
me levantó y que un colega de otro programa de noticias se me acercó. Le di el cassette y le dije, ‘guarda el material, mi amigo.’ Esa noche todos vieron aquellas imágenes mientras me
recuperaba en un hospital con el hígado perforado y mis testículos destrozados
por los golpes. Un año después estaba buscando asilo político en los Estados
Unidos debido a las amenazas.” —- Periodista colombiano Richard Vélez, al
describir el tratamiento que le dieron las tropas comandadas por un graduado de
la SOA.
Colombia ha enviado
más tropas a entrenarse a la SOA
que cualquier otro país latinoamericano, con resultados estremecedores. El
informe de derechos humanos de 1993, Terrorismo de Estado en Colombia, cita a
247 funcionarios colombianos por violaciones a los derechos humanos. La mitad
de aquellos citados eran graduados de la SOA. Algunos incluso
fueron destacados como oradores invitados de la SOA o como instructores, o incluidos en el “Hall
de la Fama”
luego de su intervención en tales crímenes. Por ejemplo, el General Farouk Yanine Díaz fue orador
invitado en la escuela en 1990 y 1991, después de su participación en la
masacre de 20 trabajadores bananeros en 1988 en Uraba,
en el asesinato del intendente de Sabana de Torres, y en la masacre de 19
comerciantes. Según un informe del Departamento de Estado de los Estados
Unidos, también fue acusado de “establecer y expandir escuadrones paramilitares
de la muerte, así como también de ordenar docenas de desapariciones y el
asesinato de jueces y de personal de la corte enviados a investigar delitos
previos.”
Se ha vinculado a los graduados de la
SOA con algunas de las más horrendas masacres colombianas,
incluyendo la masacre de Segovia de 1988, en la cual se asesinaron 43 personas,
las masacres de Trujillo con sierras eléctricas, que tuvo lugar entre 1988 y
1991, y la masacre de Riofrio en 1993. En una
instancia la legislatura colombiana afirma que un oficial militar fue enviado a
la SOA para
evitar tener que contestar preguntas sobre la masacre de una familia campesina
en Fusagauga.
Los partidarios de la SOA
han alegado que estos abusos son cosas del pasado. Sin embargo, el informe del
Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1998 informa que la vigésima
brigada militar fue disuelta por estar involucrada en abusos de derechos
humanos, incluyendo el asesinato deliberado de civiles. El comandante de
aquella brigada era el graduado de la SOA Paucelino Latorre Gamoa. El informe también
vincula a graduados de la SOA
con una redada ilegal en las oficinas de un grupo no gubernamental de derechos
humanos e implica a un graduado de la
SOA por su complicidadd en una
masacre de 1997. Claramente, los abusos no son cosas del pasado.
Al arriba
El Salvador
“Los soldados del Batallón Atlacatl llegaron a las
siete de la mañana. Dijeron que tenían la orden de matar a todo el mundo. Nadie
tenía que quedar vivo. Encerraron a las mujeres en las casas y a los hombres en
la iglesia. Eramos 1 100 en total. Los niños estaban
con las mujeres. Nos dejaron encerrados toda la mañana. A las diez los soldados
empezaron a matar a los hombres que estaban en la iglesia. Primero los
ametrallaron, después los degollaron.
“A las dos de la tarde habían terminado con los hombres y vinieron por las
mujeres. Dejaron a los niños encerrados. Me separaron de mi hija de ocho meses
y de mi hijo mayor. Nos llevaron para matarnos. Al llegar al lugar donde nos
iban a matar, pude deslizarme y esconderme bajo unos arbustos, tapándome con
las ramas. Vi cómo los soldados alineaban a veinte
mujeres y las ametrallaban. Después trajeron otro grupo. Otra réfaga de balas. Y otro grupo. Y otro.
“Mataron a mis cuatro hijos, el de nueve años, el de seis años, el de tres años
y mi hijita de ocho meses. También mataron a mi esposo. Pasé siete días y
noches sola en el monte, sin comida ni bebida. No pude encontrar a nadie. Los
habían matado a todos. Dios permitió que viva para poder testimoniar de cómo el
ejército mató hombres y mujeres y cómo quemaron sus cuerpos. No los vi matar a los niños pero oí sus gritos.” –- Testimonio
de Rufina Amaya, único testigo de la matanza de El
Mozote, en El Salvador, donde hay por lo menos nueve egresados de SOA
implicados.
En 1993, el informe del Comité de la
Verdad de Naciones Unidas nombra a los oficiales responsables
de las peores atrocidades cometidas durante la brutal guerra civil del país.
Más de los dos tercios de los oficiales mencionados habían sido entrenados en la Escuela de las Américas (SOA).
Dichos crímenes incluyen:
- Asesinato del Arzobispo Oscar
Romero (1980)
- Matanza de cuatro feligresas de
EEUU (1980)
- Masacre de El Mozote (1980) –
más de 900 muertos.
- Asesinato de líderes obreros en
el Hotel Sheraton (1981)
- Masacre del Lago Suchitlan (1983) - 117 muertos
- Masacre de Los Llanitos (1984)
- 68 muertos
- Masacre de San Sebastian (1988) - 10 muertos>
- Masacre de la Universidad de
Centro América (1989) - 8 muertos.
Al arriba
Guatemala
“Somos sobrevivientes de la política de genocidio practicada por oficiales
guatemaltecos entrenados y endoctrinados en la SOA para exterminar
cobardemente a sus propios hermanos y hermanas. Hemos sufrido esa triste época
en carne propia en los años 80 durante el amargo holocausto soportado por los
indígenas mayas de Guatemala. Por eso compartimos vuestra lucha y les rogamos
encarecidamente que prosigan sus esfuerzos…” -– Declaración de miembros de
una comunidad de refugiados que ha vuelto a Guatemala.
Dos importantes informes sobre derechos humanos publicados recientemente
incriminan a la SOA
por su papel en el entrenamiento de los violadores de derechos humanos. El
informe sobre Recuperación de la Memoria Histórica publicado por el Arzobispado de
Guatemala constituye un catálogo espeluznante de las formas de violencia y su
impacto sobre la sociedad guatemalteca. En dicho informe se destaca que
egresados de SOA fueron responsables del asesinato de la antropóloga Myrna Mack, encubrieron el
asesinato del ciudadano de EEUU, Michael Devine y la tortura y asesinato de
Efraín Bamaca, esposo de la ciudadana estadounidense
Jennifer Harbury.
El informe también afirma que el egresado de SOA, Benedicto Lucas García,
organizó los grupos conocidos por PAC que fueron responsables de algunas de las
violaciones más horrendas de la guerra. Más aun, tres egresados de SOA eran
oficiales superiores de la famosa agencia de inteligencia D-2, denunciada en
ese informe por haber desempeñado “un papel central en el manejo de operaciones
militares, en las masacres, en las ejecuciones extra-judiciales
, en las desapariciones forzadas y en la tortura.” También se sabe que
varios egresados de SOA tuvieron puestos clave en los gobiernos dictatoriales de
Lucas García, Rios Montt y Mejía Victores.
El informe del Comité Guatemalteco de la Verdad publicado en 1999 fue escrito por el
Comité Independiente de Clarificación Histórica, establecido como parte de los
acuerdos de paz. Si bien el Comité no podía mencionar los nombres de los
responsables de delitos específicos, menciona especificamente
a SOA: “Algunos oficiales guatemaltecos y otros oficiales subalternos
atendieron cursos básicos y avanzados de inteligencia y contraespionaje en la Escuela de las Américas que depende del Comando Sur del Ejército de los
EEUU. En esos cursos se usaron los manuales de entrenamiento de las escuelas
estadounidenses. El Comité de Clarificación Histórica pudo ver algunos de esos
manuales escritos en español. Por ejemplo, el manual ‘Terrorismo y Guerrilla
Urbana’ especifica que ‘entre las funciones de los agentes de contraespionaje
está la de señalar los centros de contraespionaje que se deben neutralizar … ejemplos de esos centros son funcionarios del
gobierno y líderes políticos …”
En el mes de enero del año 2000, un egresado de SOA, el coronel Byron Disrael Lima Estrada, fue
arrestado en Guatemala por el asesinato, en 1998 del obispo Juan Gerardi. Según un bosquejo biográfico hecho público por la Agencia de Inteligencia de
la Defensa de
EEUU, Lima Estrada siguió los cursos de entrenamiento de la policia
militar en la Escuela
de las Américas del ejército de los EEUU, ubicada
ahora en Ft. Benning, GA.
Lima Estrada llegó a ser jefe de la infame agencia de inteligencia militar D-2
en el momento más intenso del genocidio durante la guerra civil de Guatemala.
Al arriba
Haiti
“La mayoría de la gente en el mundo ve a mi patria como un país de regimenes
represivos, golpes de estado, pobreza y desesperanza. Es cierto que Haiti ha sufrido por la colonización de España, la de
Francia, la ocupación de EEUU, las dictaduras apoyadas por los acaudalados y
que ha pasado por períodos de represión brutal”. -– Marie M.B. Racine, Ph.
D., mujer haitiana que vive en Washington, DC donde es miembro activo de la
comunidad de solidaridad con los pueblos del Caribe y de América Central.
Haiti ha envíado pocos
oficiales para ser entrenados por SOA, principalmente porque los cursos se dan
en español. Menos de 50 oficiales haitianos han atendido dicha escuela desde su
fundación pero su presencia se ha hecho sentir. En 1987, un egresado de SOA, Gambetta Hyppolite ordenó a sus
soldados que dispararan a la Oficina Electoral Provincial en Gonaives participando así de una campaña del ejército para
detener las elecciones democráticas. En 1988, el egresado de SOA Franck Romain organizó la masacre
de St. Jean Bosco en la que
mataron a 12 prisioneros cuando asistían a misa, por lo menos 77 fueron
heridos.
Oficiales y soldados haitianos también han sido entrenados en otros centros de
EEUU. Se piensa por ejemplo que el general Raul
Cedras, Ministro de Defensa, y Michel François, Jefe de la Policía de Puerto Príncipe son egresados de SOA.
Sin embargo se graduaron en la
Escuela de Infantería del Ejército de EEUU también situada en
Ft. Benning.
Al arriba
Honduras
“(…) La orden era de llevarse a todos: padres, abuelos, niños, mujeres, todos.
Era muy raro que alguien sobreviviera después de haber sido detenido por mi
batallón. Al principio se abandonaban los niños en el parque o en el mercado.
Pero el General Alvarez Martinez dijo: ‘Estas
semillas pueden florecer’. Tuvimos, pues que eliminar también a los niños.” -–
De un egresado de SOA que había sido miembro de un escuadrón de la muerte
secreto en Honduras, el Batallón 3-16. El General Alvarez
Martinez fue entrenado en la
SOA. Cuatro de los cinco oficiales hondureños de alto rango
que organizaron los escuadrones de la muerte en el Batallón 3-16, son egresados
de SOA.
Por lo menos 19 importantes miembros del batallón hondureño 3-16 se graduaron
en SOA. Asesores argentinos y estadounidenses colaboraron en la formación de
ese batallón por el año 1980. Durante años operó en secreto, hasta que unos
ex-miembros revelaron las campañas clandestinas de secuestros, de torturas y de
desapariciones. Varios miembros del batallón fueron entrenados en SOA en dos,
tres y hasta cuatro oportunidades.
Los generales Gustavo Alvarez Martínez y Daniel Bali Castillo siguieron un curso de Operaciones Conjuntas
en SOA en 1978, justo antes de formar el Batallón 3-16. El General Luis Alonso Discua, primer
comandante del Batallón, tomó tres cursos en SOA. El General Juan López Gravilja, segundo comandante a principios de los años 80
tomó tres cursos en SOA; también fue el orador invitado en SOA en 1991 y 1992,
mucho después que un informe de ‘Americas Watch’ haya detallado su participación en los escuadrones
de la muerte. El General Humberto Regalado Hernández tomó cuatro cursos en SOA.
Fue Comandante de las Fuerzas Armadas Hondureñas a fines de los años 80 y, como
tal, inpidió que se investigara el Batallón. En 1988
se le incluyó en la Galería
de personajes famosos de SOA.
En 1982 miembros del Batallón raptaron a seis estudiantes universitarios; se
los llevaron a la casa de un egresado de SOA, Amilcar
Zelaya; varios testigos afirman que esa casa era una prisión clandestina donde
se torturaba y se mataba; allí fueron golpeados, encapuchados hasta la asfixia
casi total y se les amenazó de muerte. Fueron liberados cuando el padre de dos
de los estudiantes, un funcionario del gobierno, intervinó.
Diez oficiales militares fueron inculpados, cuatro de esos eran egresados de
SOA.
Al arriba
México
El 22 de octubre del año 2003, en el Brownsville Herald se escribió: “Los Zetas, asesinos a sueldo del
Cartel del Golfo (drogas) es un grupo formado por 31 ex-soldados que habían
pertenecido a una división de élite del ejército
mejicano – el Grupo Especial de la Fuerza Móvil Aérea. Según consta en documentos de
la
Secretaría Mejicana de Defensa, por lo menos un tercio de los
desertores de ese batallón habían sido entrenados en la Escuela de las Américas (SOA) en Fort Benning, Ga. Según la oficina del
Ministerio de Justicia, los Zetas estuvieron implicados en docenas de tiroteos
a lo largo de la frontera Texas-México. También se sospecha que participaron en
el secuestro y la ejecución de varios agentes policiales en Matamoros y en el
rescate de cuatro miembros del Cartel del Golfo.”
“La Escuela
de las Américas (SOA) es parte de un proyecto que
protege y defiende los intereses de las empresas estadounidenses en Mexico a costa de los obreros y de los pueblos indígenas.
El movimiento para cerrar la
Escuela de las Américas es una
importante expresión de solidaridad con el pueblo mejicano.” -– Eduardo
Díaz, líder obrero mejicano.
Consistentemente, los países con los peores antecedentes en derechos humanos
son los que han mandado el mayor número de alumnos a SOA en los momentos de
mayor represión. Dado ese historial no es de extrañar que México sea hoy uno de
los mejores clientes de SOA. En los primeros 49 años de la Escuela, México mandó muy
pocos estudiantes - 766 en total. Este número creció abruptamente en el
año1996; llegó a los 333 estudiantes en 1997, 1177 en 1998 y casi 700 en 1999.
Los defensores de SOA pretenden que ese entrenamiento es indispensable debido a
la participación cada vez mayor de México en la “guerra a las drogas”. Esto es
sólo una pantalla, la verdad es que en 1997, sólo un 10% de los estudiantes
mejicanos siguieron cursos para combatir el tráfico de drogas. En 1999, ningún
estudiante mejicano se inscribió a ese tipo de cursos; sin embargo, 40 se
anotaron para seguir cursos de entrenamiento en inteligencia militar.
El súbito crecimiento del número de egresados mejicanos corresponde al aumento
de los movimientos en favor de la justicia económica en México. Las voces de
los pobres y las expresiones en su favor – como la del Obispo Ruiz de Chiapas –
amenazan a los ricos y a los poderosos. No es pues sorprendente, que los
egresados de SOA se vuelquen en contra de la Iglesia. Un egresado
de SOA, el General José Ruben Rivas Peña escribió un
análisis de la situación en Chiapas y dice: “El Vaticano es la causa indirecta
del conflicto en Chiapas con su rama infectada de la Teología de la Liberación.“
Esta retórica es inquietantemente similar a la que se usaba
en El Salvador antes del asesinato del Arzobispo Romero por egresados de SOA en
1980.
Los que se entrenan en SOA lo hacen para silenciar las voces de la justicia.
Por lo menos 18 de los militares de alto nivel que han desempeñado un papel
importante en las operaciones militares contra la población civil en Chiapas,
Guerrero y Oaxaca son egresados de SOA. Uno de ellos, Juan López Oritz, comandaba las tropas que, en 1994, cometieron la
masacre de Ocosingo donde los soldados ataron las
manos de los prisioneros en la espalda antes de dispararles en la cabeza.
Al arriba
Paraguay & Uruguay
“La misma carpeta, en la sección titulada ‘enseñanza en la Escuela de las Américas’ contiene un manual que enseña a los
‘interrogadores’ cómo mantener a las víctimas de los choques eléctricos vivas y
disponibles. El manual recomienda humedecer la cabeza y el cuerpo de las
víctimas con agua salada; se incluye un dibujo que explica la forma de llevar a
cabo el ‘tratamiento’” -– periodista Stella Calloni,
describiendo el contenido de los “Archivos del Horror” paraguayo.
En 1992, Martín Almada, ex-prisionero político
paraguayo, se presentó en una estación de policía paraguaya
acompañado por un juez para examinar su fichero policial. Se encontró
con miles de documentos que pormenorizaban secuestros, torturas y asesinatos de
centenares de prisioneros políticos latinoamericanos durante los años 70. Los
documentos contenían también detalles sobre la ‘Operación Condor’,
un acuerdo secreto entre las fuerzas de seguridad de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Esta conspiración permitía a esos gobiernos
perseguir y asesinar a sus enemigos políticos más allá de sus propias
fronteras. Los documentos descubiertos por Almada son
los que se conocen por “Archivos del Horror”.
Es sabido que la CIA
apoyaba activamente la Operación Condor, por
eso no es nada sorprendente que en los “Archivos del Horror” haya aparecido una
carpeta con manuales de entrenamiento de la Escuela de las Américas.
La carpeta tenía la etiqueta “confidencial” y contenía un manual para
interrogatorios proveniente de Ft. Gulick (donde estaba anteriormente la Escuela de las Américas) así como los documentos descritos anteriormente.
Tampoco es sorprendente que egresados de SOA paraguayos, como Alejandro Fretes Davalos, fueran participantes activos en la Operación Condor. Más aun, el informe uruguayo
‘Nunca Más’ menciona por lo menos a cuatro egresados de SOA que, como parte de la Operación Condor, participaron en el secuestro,
interrogatorio y tortura de uruguayos residentes en Brasil.
Actualmente ni Paraguay ni Uruguay mandan militares a WHINSEC.
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Perú
“Varios testigos declararon que, el 18 de julio de 1992, temprano por la
mañana, unos 30 soldados encapuchados irrumpieron en los dormitorios de los
estudiantes varones de La
Cantuta y, con amenazas y golpes, sacaron a 60 jóvenes a los
pasillos donde los obligaron a tirarse al suelo, boca abajo. Uno de los hombres
armados, tenía una lista de nombres y mandó apartar a algunos de los
estudiantes. Aparentemente la lista había sido preparada por oficiales de la
inteligencia militar que se habían infiltrado como estudiantes en la
universidad”. -– Informe de ‘Human Rights Watch’ donde se describe la “desaparición” de nueve
estudiantes y un profesor.
Seis de los oficiales militares vinculados con las horribles desapariciones de
Cantuta son egresados de SOA; tres de los cuales fueron condenados; uno de
ellos es el egresado de SOA Vladimiro Lenin
Montesinos Torres que dirige el escuadrón de la muerte “Colina”, parte del
Servicio de Inteligencia Nacional del Perú (SIN). Cuatro oficiales peruanos
afirman que Montesinos participó activamente en torturarlos cuando planearon
una tentativa de golpe de estado.
Los diplomados de SOA han cometido muchas atrocidades más en Perú, incluyendo,
en 1985, la masacre de 69 campesinos en Accomarca, la
masacre de Cayera, con 31 muertos, la de Lurichango
donde murieron 120 presos, y, en 1993, cuando nueve presos fueron obligados a
entrar en una mina abandonada que luego se hizo explotar a la dinamita.
Más recientemente se han relacionado varios egresados de SOA con el tráfico de
drogas. Un grupo de trabajo del Congreso, dedicado a sustancias químicas,
dirigido por el congresista peruano Julio Castro, ha recomendado que se
investiguen las acusaciones que vinculan por lo menos 14 egresados de SOA con
el tráfico de drogas.
Al arriba
Escuela de las Américas
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Emblema del
Instituto de Cooperación para la Seguridad
Hemisférica.
Escuela de las Américas (en inglés: School of the Americas), desde 2001
renombrado como Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica
(Western Hemisphere
Institute for Security Cooperation), es una
organización para la instrucción militar del Ejército de
los Estados Unidos situada actualmente en Fort Benning (Columbus, Georgia).
La escuela, estuvo desde 1946
a 1984 situada en el país de Panamá, donde se graduaron más de 60.000
militares y policías de hasta 23 países de América Latina, algunos de ellos de especial
relevancia por sus crímenes contra
la humanidad como los generales Leopoldo Fortunato Galtieri
o Manuel Antonio
Noriega.
//
[editar]
Escuela de las Américas
Surge como iniciativa dentro
de la conocida como Doctrina de
Seguridad Nacional, en Fort Amador, Panamá; inicialmente denominada Latin American Training
Center - Ground Division ("Centro de entrenamiento latinoamericano
- División de tierra"). Su misión principal era fomentar o servir como
instrumento para preparar a las naciones latinoamericanas a cooperar con los
Estados Unidos y mantener así un equilibrio político contrarrestando la influencia
creciente de organizaciones populares de ideología marxista o movimientos sociales de corte izquierdista.
Todo ello en el nuevo marco internacional de la Guerra Fría, entre las potencias aliadas
y la Unión Sovietica.


Escuela de
las Américas en Panamá
Algunos han citado a Klaus Barbie, nazi y criminal de
guerra, como uno de los posibles colaboradores directa o
indirectamente de la organización durante el régimen del General Hugo Banzer en Bolivia[1], General formado
en la Escuela
de las Américas. Klaus Barbie, había sido anteriormente protegido y empleado por
la agencia de espionaje estadounidenseCounter Intelligence Corps
(antecedente de
la actual Agencia
Central de Inteligencia), para colaborar en la lucha contra
el espionaje sovietico en la Alemania ocupada. Según
la versión oficial, Barbie consiguió escapara y huir,
sin embargo otras versiones hablan de la ayuda del propio CIC [2][3].
En 1950
la escuela se renombró como United States Army Caribbean
School ("Escuela del Caribe del Ejército de
los Estados Unidos") y recolocada a Fort Gulick, también
en Panamá; ese mismo año se adoptó el español como idioma oficial de la academia.
En julio de 1963 el centro se reorganizó bajo el nombre
oficial United States
Army School of the Americas (USARSA), o
más popularmente como Escuela de las Américas.
Durante las siguientes
décadas, cooperó con multitud de gobiernos americanos, algunos de ellos
violentos regímenes totalitarios. Varios de sus cursos o entrenamientos
incluían técnicas de contrainsurgencia, operaciones de comando, tiro franco, guerra psicológica,
inteligencia militar
y tácticas de interrogatorio. Manuales militares de instrucción de esta
iniciativa, entonces confidenciales, se desclasificaron o publicaron en 1996
por el Pentágono. Entre otras consideraciones, se
detallan la vulneración permitida de derechos humanos, como el uso de la tortura, la extorsión o la ejecución sumaria,
definiendo como objetivos de control o seguimiento a aquellos pertenecientes a organizaciones sindicales, literalmente: distribuyesen
propaganda en favor de los trabajadores o de sus intereses, simpatizasen
con manifestaciones o huelgas, "acusaciones sobre el fracaso del
gobierno en solucionar las necesidades básicas del pueblo".
[editar]
Una institución polémica
El periódico panameño La Prensa la apodó escuela
para asesinos. Jorge Illueca,
presidente de Panamá, la llamó la base gringa para la desestabilización de América
Latina.
En una carta abierta enviada
el 20 de julio de 1993 al Columbus Ledger Enquirer, el
comandante Joseph Blair, antiguo instructor de la Escuela de las Américas, declaró: "En mis tres años de servicio en la Escuela nunca escuché nada
acerca de objetivos tan excelsos como los de promover la libertad, la
democracia y los derechos humanos.
El personal militar de América Latina venía a Columbus
únicamente en busca de beneficios económicos, oportunidades para comprar bienes
de calidad exentos de los aranceles de importación de sus respectivos países, y
con transporte gratuito, pagado con los impuestos de los contribuyentes
estadounidenses".
De acuerdo con el senador
demócrata Martin Meehan (Massachusetts):
"Si la Escuela
de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex
alumnos, reuniría algunos de los más infames e indeseables matones y
malhechores del hemisferio".
[editar]
Graduados notables
Entre los graduados mas
reconocidos por sus crímenes y a la vez responsabilidades nacionales, se
encuentran importantes instigadores de crímenes de guerra o contra la
humanidad, algunos de ellos también relacionados estrechamente con las bandas
organizadas de narcotráfico o
la CIA estadounidense:
- General Manuel Noriega, responsable de un
gobierno militar en Panamá, actualmente en prisión de los Estados Unidos
por su estrecha relación con el narcotráfico;
- General Hugo Banzer,
responsable del sangriento gobierno militar de Bolivia entre 1971 y 1978, admitido en 1988 en el Hall of
Fame (literalmente, salón de la fama)
de la escuela;
- Vladimiro
Montesinos, abogado, militar, colaborador inicial de la CIA, responsable durante el polémico
gobierno de Alberto Fujimori del servicio de inteligencia
de Perú, acusado de represión política,
incitar un golpe de estado y de amasar una gran fortuna por sus estrechas
relaciones con el narcotráfico.
[editar]
Reestructuración
En 1976,
una comisión parlamentaria del Partido
Demócrata, durante el gobierno de Jimmy Carter, reconoció
dichas prácticas y obligó a suspender sus actividades. En 1977,
bajo las previsiones de los Tratados Torrijos-Carter relativos al canal de Panamá los Estados Unidos aceptan
la demanda panameña de retirar del país la escuela para reubicarla en
territorio estadounidense, Fort Benning,
Georgia.
En 1984,
el nuevo gobierno del Partido
Republicano de Reagan, da el
visto bueno para reiniciar los entrenamientos de contraguerrillas en la
escuela. Se renombra oficialmente como United
States Army Training and Doctrine Command school ("Escuela de Entrenamiento y Doctrina del
Ejército de los Estados Unidos"), aunque con algunas diferencias, es una
organización heredera en mayor o menor parte de la misión inicial de la Escuela de
América. Anteriormente en 1983, se revisó el
manual mas polémico que instruía en torturas utilizado
durante dos décadas, pasándose a llamar como Human Resource
Exploitation Training Manual ('Manual de
entrenamiento para la explotación de recursos humanos).
Tras el asesinato de cuatro
miembros de la Iglesia Católica
de El Salvador por graduados de la escuela
comandados por D'Aubuisson, en 1989,
y la constitución de una ONG dedicada a la denuncia de las
actividades de la Escuela SOA Watch, la
atención pública sobre el asunto fue cada vez mayor. En 1996, bajo la presión de numerosos periódicos y
organizaciones de derechos humanos estadounidenses, el Ejército de los Estados
Unidos hizo pública parte de la documentación sobre la Escuela, incluyendo
algunos de los manuales. Estos fueron publicados por el National Security Archive.
La crítica se hizo sentir, y
en octubre de 2000, durante la presidencia de Bill Clinton, el
congreso estadounidense analizó la situación y finalmente decidió cerrarlo para
crear uno nuevo. El 15 de diciembre
de 2000 la escuela fue cerrada oficialmente.
Hasta el 1 de julio de 1999
había graduado a 61.034 alumnos.
El 17 de enero de 2001
se inagura el Instituto de Defensa para la Cooperación de
Seguridad Hemisférica[4]. Las
organizaciones críticas, como SOAW y Amnistía
Internacional[5], y
organizaciones sociales o políticas estadounidenses han criticado
reiteradamente el cambio, afirmando que se trata de "pura cosmética",
mientras que el gobierno, a la vez que reconoce la nueva institución como
heredera de Escuela de las Américas, considera que en
esta ha mejorado sustancialmente la importancia del respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con la
excepción de la Cruz Roja, que de
acuerdo con su política de neutralidad se ha abstenido de realizar
declaraciones, hoy en día continua recibiendo críticas
de organizaciones de derechos humanos por el entrenamiento que ofrece a un
millar de militares latinoamericanos cada año.
Venezuela en el 2004
cesó de enviar nuevos cadetes a la organización estadounidense, decisión que
dos años más tarde, los gobiernos de Argentina y Uruguay compartirán de manera pública,
abandonando su pertenencia y envio de soldados a la
organización[6].
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Referencias
- ↑ Los manuales de tortura del ejército de los Estados
Unidos
- ↑ (en inglés)The Return of Bolivia's Blood-Stained
Dictator
- ↑ Una
charla con Klaus Barbie,
criminal de guerra
- ↑ Ley de
Autorización del Departamento de Defensa, 10 USC, sección 2166
- ↑ Unmatched Power, Unmet Principles (2002)
- ↑ Uruguay
no enviará más militares a la terrorífica School
of Americas
[editar]
Bibliografía
- Manual de Contrainteligencia (1963), Escuela de las Américas.
Disponible en SOAW.org
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Enlaces externos
Obtenido de
"http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_las_Am%C3%A9ricas"